Desde el Gabinete Psicopedagógico del colegio estamos trabajando sobre un nuevo proyecto: Programa de prevención de acoso escolar enfocado al posible acoso por padecer COVID (AVE-COVID). Su misión es acompañar a los alumnos en esta situación tan excepcional que estamos viviendo, conscientes de que el colegio es “el lugar donde aprender a vivir”. El aprendizaje de las materias no podría llevarse a cabo si no existiera la intención de acompañar a nuestros alumnos en cualquiera de las circunstancias en las que se puedan encontrar. Para ello, nos planteamos dos posibles objetivos:
1. Acompañar a los alumnos en la adaptación ante la situación actual.
2. Prevenir para evitar situaciones de estigmatización.
En cuanto al primer objetivo, destacar que desde marzo todos hemos tenido que re-aprender a acompañar. No debemos perder de vista que la pandemia ha aparecido de manera repentina. Las normas o situaciones a las que nos enfrentamos cotidianamente, nos ha exigido a todos un esfuerzo de adaptación. En el caso de los niños, han aceptado unas condiciones –más o menos dramáticas según el caso al que nos refiramos- que gracias a la confianza en el adulto han podido vivirlas con cierta serenidad. Los niños nos han dado muchas lecciones durante este tiempo: se han adaptado con mucha facilidad, han sabido valorar cada gesto y actividad incluso por el gran deseo que tenían de recuperar su espacio en las aulas y sus relaciones sociales. Durante el confinamiento nos dimos cuenta de la necesidad de introducir un acompañamiento emocional a nuestros alumnos a través de las “Psicocápsulas”. Tras regresar a la presencialidad en el pasado mes de septiembre, vimos que la vuelta al centro escolar tendría más particularidades de lo normal, claramente no sería igual al de otros años.
El segundo objetivo, prevenir para evitar situaciones de estigmatización, nació de la hipótesis de que los alumnos diagnosticados de COVID-19 o con sintomatología compatible, podrían ser rechazados por otros a causa del miedo al contagio, o enfado por la creencia de que no se hubieran tomado medidas a tiempo. Según las vivencias de los alumnos durante los últimos meses, podíamos prever que, al estar más sensibles, se podrían generar situaciones de mal ambiente. Algunos de los factores que considerábamos relevantes eran, por ejemplo, la ausencia al centro escolar durante el confinamiento, la cercanía de personas que habían fallecido o enfermado de COVID, o que observaban el riesgo en la inestabilidad laboral de sus padres.
Teniendo en cuenta ambos objetivos, decidimos asumir el reto de integrarlos en un mismo proyecto. Podíamos poner el foco en la empatía y los valores, evitando así la estigmatización mediante la recuperación del trabajo de introspección y regulación emocional. Se trata por tanto de comprender y hacer entender que son reacciones propias ante la situación y que –como en todas las circunstancias de nuestras vidas- se puede reaccionar de una manera adecuada y no como nos invita nuestra emoción. De este modo, se consigue mejorar el ambiente social, académico y familiar de los alumnos.
El proyecto AVE COVID se ha integrado en el Plan de Acción Tutorial en el que se trabaja partiendo de las consecuencias de nuestras acciones. Es el tutor quien a partir de un cuento, dibujos o diálogo (según las edades de los alumnos) trabaja la regulación emocional y la importancia de la norma. Los ejemplos que se han expuesto tratan de invitar a los alumnos a verbalizar las posibles situaciones de conflicto, ya sea por prejuicios hacia otros alumnos o rechazo hacia la norma.
Desde el Gabinete Psicopedagógico continuamos dando soporte a los profesores y acompañando a nuestros alumnos ante las dificultades, no solo en las de aprendizaje, sino también en todas las necesidades de acompañamiento en esta situación de pandemia prestando especial atención a la evolución emocional de nuestros alumnos (miedos, cansancio, dificultades en las relaciones sociales, dificultades para retomar los hábitos de estudio, de los horarios, etc.).
Paula Pérez